La Ley de Hick dice que el tiempo que tarda una persona en tomar una decisión aumentará a medida que se incremente el número de opciones.

William Edmund Hick

La Ley de Hick, también conocida como la ley de Hick-Hyman, se refiere a la idea de que cuanto más tiempo se tarda en tomar una decisión, más difícil es la decisión. Esto se debe a que cuanto más tiempo se tiene para tomar una decisión, más opciones se tienen y más difícil es elegir. Esta ley se llama así por el psicólogo William Edmund Hick, quien la propuso por primera vez en 1952. La ley se ha utilizado para explicar cómo se toman muchas decisiones en la vida, desde elegir qué producto comprar en el supermercado hasta elegir un compañero de vida.

Aunque la Ley de Hick es una idea intuitiva, no siempre es fácil de demostrar. El psicólogo Ray Hyman realizó un experimento en 1960 para tratar de demostrarla. En su experimento, Hyman pidió a los participantes que seleccionaran la letra más rápida de una lista de letras. Hyman descubrió que cuanto más tiempo se tardaba en responder, más difícil era la tarea. Sin embargo, Hyman también descubrió que la ley de Hick no siempre se aplicaba. A veces, las personas podían responder más rápido cuando se les daban más opciones. Hyman sugirió que la ley de Hick sólo se aplica cuando las personas no están seguras de lo que quieren.

Aplicaciones de la Ley de Hick

La Ley de Hick se puede aplicar a muchas situaciones de la vida, especialmente cuando se trata de tomar decisiones. Por ejemplo, cuando se va de compras, es fácil sentirse abrumado por todas las opciones disponibles. Si sólo se tiene un poco de tiempo para tomar una decisión, es mejor limitar el número de opciones disponibles. De esta forma, se puede evitar la indecisión y tomar una decisión más rápido.

También se puede aplicar al diseño de interfaces de usuario digitales. Cuando se diseña una interfaz de usuario, es importante tener en cuenta el tiempo que se tarda en tomar una decisión. Si se proporcionan demasiadas opciones, es posible que los usuarios se sientan abrumados y no sepan qué opción elegir. En cambio, si se proporcionan pocas opciones, es posible que los usuarios no encuentren la opción que están buscando. Por lo tanto, es importante encontrar un balance entre el número de opciones disponibles y el tiempo que se tarda en tomar una decisión.

Bibliografía